abril 09, 2010

21 ¿Sabes?, no es fácil

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- Andrés.

- Dime.

- ¿Me quieres?

- Claro que te quiero pequeña.

- ¿Cuánto tiempo crees que estaremos aquí?

- ¿Por qué me preguntas eso?

- ¿Crees que viviremos aquí para siempre?

- Eso nunca se sabe. Pero hemos tenido mucha suerte, y ya verás como estos padres te quieren siempre.

- ¿Dónde has vivido tú antes, hermano?

Paula, tumbada ya en la cama, me había llamado al verme en el pasillo. Sentado en la cama, hablábamos un rato. La niña había cambiado mucho, y aún le quedaba más por cambiar. Me quedé callado, pensativo. La luz de la pequeña lámpara, cálida, no era suficiente para alegrar aquella habitación, que veía en aquel momento como un reflejo de mi propia cabeza, de mis pensamientos, de mis recuerdos,… No es fácil vivir ahí dentro…

- No es fácil de explicar. Me lo has preguntado varias veces pero, no es fácil -.

- ¿Pero te quedarás conmigo?

- Claro que sí, no te preocupes. ¿Sabes? No es fácil encontrar un hogar. Cuando era pequeño, mucho más pequeño que tú, tuve que viajar lejos hasta encontrar uno, y cuando no pude quedarme más en ese, de nuevo el viaje. ¿Te acuerdas de la historia que te conté de Leandro? Ese era yo. Y también viví en Madrid, hace mucho tiempo. Y en Francia. Y en otros muchos lugares. Y siempre buscaba ser feliz, o mantenerme distraído, o aprender cosas nuevas,… Pero solo lo conseguía cuando estaba con alguien, nunca por mi cuenta. Son muchos años ya los que han pasado, si te das cuenta, pero es parte de mi naturaleza y, sinceramente, no sé cuantos más quedarán. Pero lo importante es que queden los que queden, o vayas a dónde vayas, en cada uno, siempre, tengas algo que hacer, y alguien con quién estar. Y ahora, estamos aquí.

- Es un cuento, ¿verdad? Lo de Leandro. Porque sucedió hace muchos años -.

La niña me miraba con los ojos adormecidos, pero llena de satisfacción y de alegría, a pesar de su sueño, por todo lo que le contaba. No puedo decir lo mismo de mí que, cansado, miraba cabizbajo las sombras de la lámpara, diciendo todo aquello porque, de vez en cuando, necesitaba escucharlo.

- Sí -.

- Gracias por todo hermano. Buenas noches -.

- Buenas noches Paula -.
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